Y qué decir de Ella.

¿Sabéis lo que es poder abrazarla? ¿Sabéis lo que es poder tenerla contigo, acariciarla lentamente, hacer música en su piel?
Nadie se imagina la perfección que su piel esconde, el amor que sus caricias transmiten y la tranquilidad de sus abrazos. Ella, lo que siempre soñé.
Que todo este sentimiento tiene nombre, y es el suyo. Mi chica perfecta, porque no hay mayor imperfección más perfecta que ella.
Que la quiero, la quiero con toda mi vida, y eso que ya es suya.
Quiero pasarme la vida acariciando su cara, mientras la miro a los ojos, le digo lo que siento, y la beso.

Que ojalá me recuerde durante toda su vida.
Que si quiere, yo me encargo de que no me recuerde.
Que solo tiene que seguir a mi lado para ello.

Ella, bálsamo para mis heridas, yo para las suyas.
Quiero dormir con su espalda cada noche, y saber que cada vez que abra los ojos seguirá ahí, y no es solo un sueño. Que los sueños, sueños son, pero yo los estoy haciendo realidad poco a poco. Ella se encarga. Ella es mi sueño. Ella simplemente es. Lo es todo.
¿Y cogerla de la mano? Cogerla de la mano es ese momento en el que te evades de todo mundo exterior a nosotras mismas.
Mirarla a los ojos, mi mayor caída libre de la que salgo ilesa.
Sus labios... Yo no sé qué tendrán sus labios que me vuelven loca, que hace que quiera besarlos todo el tiempo, lentamente. Morderlos, una locura. Son perfectos, perfectos para mi.
Y qué os voy a contar de su sonrisa. No sabéis qué es el sol si nunca la habéis contemplado. Al igual que esas marquitas que le salen a cada lado cada vez que lo hace. -Yo me vuelvo loca, y las acaricio-.
Ese lunar de su espalda...

Quererla es mi mayor reto, mi mayor virtud y mi mayor recompensa.
Y mil sentimientos, y mil formas de sentir, y miles de caricias, y miles de millones de miradas y abrazos que me quedan por darle. Que una vida con ella se me pasa rápido, yo quiero más. Yo la quiero siempre, yo la quiero conmigo, yo la quiero libre, a mi lado, contínuo, siempre.