"Me siento a gusto aquí. Pero yo tengo mi propio jardín, debería huir corriendo. Debería".
Y así hasta un punto aún inexistente.
Como el deber, el querer, el correr, el quedarse quieto. El mirar y/o el cegarse.
Ya está, a tirar de café.
Comienza a calmarte, pequeño.
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