miércoles, 2 de septiembre de 2015

La vida y sus catástrofes.

Mucho pijerío, pero luego la calidad no está en el prestigio, sino en la persona.
No vengo aquí a hablar de mis miedos, de mis complejos; puesto que no prestan.
Pero, nos quejamos de una sanidad pública cuando, yo tengo privada; una compañera hace años tenía el mismo problema que yo.
Le pusieron una solución durante meses, y consiguió, tiene una espalda de puta madre. ¿Y la mía? Tonterías.
Hablamos de salud, no solo de estética.
Ahora sí que no tiene solución, ahora solo puedo salvarla y mantenerla.
Aquí se demuestra que todo puede ser una mierda, o al contrario. Que las apariencias, siempre engañan.
Que el exterior, oculta un interior muy diferente.
No contéis a nadie ese uno de mis complejos.
De ahí su sensibilidad, su especialidad, su bonita privacidad.

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