lunes, 26 de octubre de 2015

Vuelves ya estando.

Vuelve a hacerlo. Vuelve la cazarrecompensas a hacerlo sin que haga falta, sin palabras, sin necesidades.
Siempre está ahí.
Siempre
Está
Ahí.
Y siempre estará, métetelo en la cabeza. Con su gran corazón, llave.
Se me llena la boca hablando de ella, y no es para menos.
Si me escucha, las expresiones cambian por completo.
Si saca un tema de los buenos, hablamos más allá del núcleo terrestre.
Si todo, profundo.
Si cinco, años.
Algún día me quedaré sin palabras para expresaros lo que una cazarrecompensas así es capaz de hacer. Dos palabras suyas hacen mil de otros. Y cura y calma.
Años de palabras te hacen conocer bien a una persona, y una sola vista, te cala para cubrir esos años.
Como niño inocente en el interior, y como un castillo fuera. Su castillo. Aunque se haya hecho más fuerte de la cuenta para mi gusto.
Pero es feliz, y siempre soy feliz con ella también.
Siempre me estarás agradecida, siempre te estaré agradecida.
En definitiva, siempre ahí.

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