domingo, 3 de mayo de 2020

Los seres que me llenan.

Ahora, ahora que nuestras vidas están en pausa relativa.
Ahora es el momento de empezar si aún no lo has hecho, porque mañana será tarde.
Hablo de pensar como si fueses Universo. Estás hecho de miles de millones de estrellas, agujeros de gusano, agujeros negros, galaxias, de explosión y de "nada".

Ojalá tengáis la suerte que tengo yo con las personas que me rodean. Todas, absolutamente todas, forman parte de mi galaxia. Y creo que no podéis haceros una idea de lo que significan cada una de ellas. No podéis calcular la cantidad de interacción interna que tengo. Mis partículas reaccionan a las vuestras de tal forma que incluso a veces duelen por dentro, quieren salir, explotar.

Ojalá sepáis mirar más allá de las capas de sus atmósferas. Tenemos a nuestro al rededor estrellas que calientan el alma de cualquier espacio, y no sabéis verlo, joder.

He de advertiros que realmente no hay distancia real entre nosotros, hay una "nada", la cual mido en años-pasión.
Tengo naves, tengo piloto, tengo espacio y tengo camino a seguir. Ustedes tenéis mi combustible y la luz.

Jamás tendré nunca palabras exactas para describir esa sensación de euforia al descubriros. De paz, de viviros. Y de felicidad, por la mutualidad. Ojalá nunca dejen de aparecer nuevos cosmos en mi vida, porque cada vez que lo hacen... Joder, qué alimento se vuelve la vida. Qué de nuevas conexiones se crean en mis caminos. Merece la pena vivir en la inmensidad si cuando aparecen, son tan revolucionarios.

A l(os) nuevo(s) tripulante(s): Disfruta del viaje, porque será eterno. Huiremos hacia adelante, a mil años-pasión por vida. Os llevaré bajo la piel siempre que pueda meterme en la vuestra; y viviros, y abrazar justo en el centro. Donde reside el cosmos personal. Y puede que casi lo desconozca, pero sé reconocer dónde hay brillo, aunque suene pretencioso casi nunca me equivoco. También sé que solo una de cada mil veces encuentras cosmos similares.
A veces no tendré palabras, no sabré sacarlas o no será el mejor momento para hacerlo, y es algo que tengo que vivir con ello. Pero podréis meter vuestra cabeza en mi pecho para verlo todo.
Espero que nadie os apague si quiera un lumen de intensidad, porque los agujeros negros los hago crecer con ellos de alimento. Que nadie nunca os diga que brilláis demasiado, ni tampoco que vuestra luz es demasiado tenue, porque no se merecerán vivirlo. Ni sabrán. Qué pena por ellos.
Y sé que el camino por el negro espacio a veces no es fácil, pero subid el volumen de la nave, a tope, que os retumbe dentro.

A los que ya viven: Sois mi vida. Nada menos.

A los que vivieron: Las partículas nunca vuelven a ser las mismas tras el paso de otras, tras las explosiones y pisadas en todas las lunas. Todas las huellas permanecerán siempre hasta que el viento viva en el espacio: nunca.