Ustedes, que sois mis caminos vividos.
A ustedes, que sois mi vida, mi pasado y, por norma general, mi presente y futuro.
Solo quiero agradecerte, a ti, que me hayas sacado una sonrisa en mis días. que formes parte de ella y que como cada persona que lo hace, seas especial.
Sé que solo voy a escribir en este post a un par de personas, y que podría escribir a más; pero esta vez, será a ellas.
Comenzaré por dos, que hacen totalmente una. Ella que lleva conmigo cinco años, que se dice pronto. Gracias a la escuela que la puso en mi vida, no sé qué habría hecho sin ella. Sin nuestras noches reflexivas, nuestra manta y estrellas, nuestras visitas al muelle. Matalascañas, tonterías, comidas, cenas, DVD's melancólicos... Y miles de momentos más. Rosa. Esa persona que sabes que SIEMPRE estará contigo, que sabes que SIEMPRE puedes contar con ella y que puede pasar mucho tiempo sin "contacto", que SIEMPRE seguirá ahí. Y que sabes que yo también estaré ahí, SIEMPRE. La persona a la que puedo llamar "mejor amiga", aunque no nos guste decir eso.
Después se unió el acierto de su vida a esta suma de dos. Ella que le ha traído más luz aún a su vida. y a la mía de reflejo. Por fin llegaste, te estábamos esperando en nuestras vidas. Lidia. Todas las risas que nos ha traído, todos los grandísimos momentos, todas las reflexiones y todos los futuros que les quedan a ellas dos, conmigo en su vida. La tita Vicky, ya lo sabéis. No he visto niñas más bonitas.
Sed felices, por siempre.
A continuación le escribiré a otra "ella". La que ha sido dueña de mis mañanas por mucho tiempo, y la que siempre seguirá siéndolo. Casi cinco años contigo y muchos escritos de por medio, y todavía me quedo sin palabras al mencionarte. Patri. La persona en la que siempre podré refugiarme, refugiarse ella en mi. Lo que yo tengo contigo es una conexión, mucho más allá de mente o cuerpo, y tú lo sabes. Conexión que nació hace mucho de una forma sorprendente y que no se deteriora, por la que sigo dando gracias a este 2015 por haberme dejado verte por primera vez permitiéndome abrazarte. Sabes que tenemos que volver a repetirlo pronto, deberías estar más cerca en mi vida, necesitaría hacerlo más a menudo. Tengo muchísimo que agradecerte a ti, tanto por los buenos como por los peores ratos. Nunca dejes de ser tú, hazme ese favor, y nunca te olvides de buscarme para y en tu vida. Incluso cuando no esté, estaré, debes saberlo ya. Tú para mi, siempre estás. Te quiero.
Hoy también te escribiré a ti, porque me apetece. Llevaba un par de días que quería verte, sin razón, y hoy que he ido a verte, tenías que estar en mi escrito. La niña de los inmensos ojos, inocencia infinita y talla baja. Pero esa inocencia tuya es lo que te hace especial, y el poder meterme contigo sabes que si no es por picarte, es por darte un abrazo. Me gusta mucho abrazarte. Mari. Quizás sí crezcas, pero tu inocencia no la cambies por nada ni nadie. Eres una persona blanca, clara, limpia. ¿Y tu alegría? La vas derrochando siempre que te veo pasar. Y se nota muy fácilmente cuando falta algo en ti. Ojalá pronto tengas lo que te mereces, pero solo cuando dejes de buscarlo, aparecerá. Sé muy feliz, pero no significa que yo no vaya a contribuir a ello, que lo sepas, que parece que es una despedida, pero sabes que no. Me queda mucha guerra que darte, y mucho "meterme contigo", pero sabes que siempre de forma cariñosa. Disfruta del curso y medio que te queda, aunque ya no me veas cruzar y pueda hacer lo que ya sabes, que aunque principalmente por gusto, nos reímos también de hacerlo (al menos yo, ya lo sabes). Seguirás teniendo mi mano.
Y por último, te incluyo a ti. A una personita muy negra de piel y pequeñita, pero que no pasa desapercibida. Apareciste hace muy poco, aunque nos cruzásemos antes, pero a mi vida te incluí hace unos meses. Y no me arrepiento, puedo decir que me rodeo solo de gente buena. Y artixta, ojo. Porque sabes que no tendrás mejores planes inesperados y repentinos que conmigo; y que podamos disfrutar de todos ellos por mucho tiempo más, ¿vale? No me los quites, que no te los quitaré. Sabes que me vas a echar de menitos en lo que queda de curso, pero no me perderás de vista, no sé si lo tienes asumido ya. María. Dudo que vaya a poder quitarte en alguna ocasión ese candadito que tú sabes, pero lo intentaré siempre que vea que es necesario, ve sabiéndolo desde ya. No encontrarás mejor colchón. No sabes cómo me evade pegar voces contigo en el coche, o en cualquier otro sitio. Algún día tenemos que hacerlo de verdad y seriamente, debe quedar muy bonito (¿Seriamente nosotras? ¿Se come?) Una pegando golpes y otra dejándose los dedos, debe estar bien. Fuera parte, Cuando dejes de buscar algo, será cuando te llegue lo que menos esperabas; no dejes que lo que no merece la pena, te hunda. Abre bien los ojos. Por más días, tardes, noches, almuerzos y cenas; sé feliz.
La de cosas que podría decir de cada persona no es normal. Pero todos esos pequeños detalles me los guardo para mi, para el disfrute personal. Y de esas otras personas de las que esta vez no he escrito y que completan mi otra mitad, las llevaré conmigo guardadas.