jueves, 31 de marzo de 2016

Ficción.

Como dice la canción.
"Me levanté esta mañana, hacía frío y tenía calor".
"Me dijo: hazme lo que quieras, hazme enloquecer. Y luego yo se lo tuve que hacer".

Como cuando mueve sus caderas al ritmo de la música y me arrastra a un mundo de movimiento y rigidez al mismo son.
Agarra sus manos a las mías y continúa su movimiento, esta vez en vertical, en mis narices. Y cómo evadirme de ese espectáculo que hacen sus piernas sin que se note, y sin que me roce. Y sin moverme.
Hasta que se gire. Y la agarre contra mi. Y no quede escapatoria.
En sus venas está escrita la palabra libertad, y juega al escondite mientras se aleja aún con ese movimiento de cuerpo nunca visto.
¿Tus padres no te han dicho que eso está mal?
La sensual manera de hacer reír y la ingrata forma de mirar; escapar se hace tarea difícil mientras abre la boca, y no para decir adiós.
Y no para callarme.
Y no para de usar su lengua como arma de destrucción masiva.
¿Te han enseñado la belleza de la destrucción?
Destrúyeme, hazme gemir y romperme en mil pedazos. Haz que mis piernas y tú fluyáis.
Hazlo, adelante.
No siempre se acaricia con las manos, o casi.

martes, 22 de marzo de 2016

De día.

Ya no sé si ésta es la realidad, si es mi segunda cara géminis, o es la que yo me creo. No sé qué creer, ni qué sentir, ni qué pensar.
Me abro el pecho y lo rajo en canal. Cuidado, que no os engañe la suavidad de mi piel o el hermoso acantilado con vistas al mar, porque quizás puedas llorar al asomarte desde el borde.
¿Qué es esto que experimento en la mayor parte de un espacio temporal diario? ¿Cómo puede ser que a mi al rededor existan personas tan buenas? ¿Y cómo que sienta tan bien el simple hecho de saberlo? Porque si las añadimos a mi día, lo completan. Podría decir que no las merezco, pero sé que sí, sé que puedo darles tanto como ellos a mi; y eso me encanta.
Es increíble que nunca tenga palabras para describirlas, pero al menos sé que siempre tendré hechos para cuando me necesiten.

¿Conocen Cadena de Favores?

Un plan espontáneo, unas carcajadas, unos abrazos -importante-, y una vida más. Una más que sumo en mi vida.
Esas personas que a pesar de todo sonríen, que hasta en los peores momentos, disfrutan de un segundo de risa y la sueltan; que no se cohíben y que tal como son, habitan.
Esas que de tan fuertes que se ven por fuera, son las que después en su interior habita un mundo totalmente diferente; y que aunque les cueste, pueden y podrán con todo.

Nunca serán débiles los fuertes de corazón, a pesar de los parches que les ponga la vida, a pesar de las patadas que les pueda dar y a pesar de las veces que lo dejen caer.
Un corazón con heridas también es precioso, porque no hay mejor marca que la de la vida.
Y a vivir.

martes, 15 de marzo de 2016

Todo (o casi todo) lo que no sabías.

Lo que no sabías es que aquella 'primera' noche lo que quería era abrazarte, y tú que no querías quedarte a dormir; aunque no sé si por ese miedo, o por el que quizás podrías tener de verdad. Deseaba que acabase el horario de renfe.

Lo que no sabías es que vine a destrozarte la vida a caricias, para que la mía acabase a trompicones y porrazos, por desgracia sobre los besos.
Lo que quizás no sabías es que los cambios de temperatura eran inocentes por el mero hecho de verte reír.
Lo que no sabías era que cada 7 horas que se me hacían eternas, 7 minutos a tu lado de abrazo eran suficientes.
Y quizás no te imaginabas siquiera mis gustos, pues nunca dejaste de dudar de ellos.
Azar.
Lo que no sabías era que al despedirme corría a la esquina siguiente sin que me vieras solo por la adrenalina que me recorría el corazón.
Lo que ni te llegues a imaginar es que sigo viéndote en cada esquina, pero esta vez de la calle.
Lo que no sabías es que yo jamás me iría; ni te irías.

Lo que no sabías quizás es que lo que conocemos como vida, la dejé tirada en tu puerta, en cada portazo que dabas. Allí se quedó, en ese pasado.

Lo que ni te imaginas es que, por mucho que mis palabras te deseen una felicidad dicha, las que no se oyen me siguen diciendo "joder, cómo, era tuya".

Pero esa vida, ya no se llamaba vida.
Y vida, solo existe una, nunca mejor dicho.

No sé si debo continuar por este camino, o volver al camino que dejé anterior. Lo que sí sé es que no debo dejar de caminar. 


"Media noche, vida mía, ya me voy".

miércoles, 2 de marzo de 2016

Caminos.

Ustedes, que sois mis caminos vividos.
A ustedes, que sois mi vida, mi pasado y, por norma general, mi presente y futuro.
Solo quiero agradecerte, a ti, que me hayas sacado una sonrisa en mis días. que formes parte de ella y que como cada persona que lo hace, seas especial.
Sé que solo voy a escribir en este post a un par de personas, y que podría escribir a más; pero esta vez, será a ellas.

Comenzaré por dos, que hacen totalmente una. Ella que lleva conmigo cinco años, que se dice pronto. Gracias a la escuela que la puso en mi vida, no sé qué habría hecho sin ella. Sin nuestras noches reflexivas, nuestra manta y estrellas, nuestras visitas al muelle. Matalascañas, tonterías, comidas, cenas, DVD's melancólicos... Y miles de momentos más. Rosa. Esa persona que sabes que SIEMPRE estará contigo, que sabes que SIEMPRE puedes contar con ella y que puede pasar mucho tiempo sin "contacto", que SIEMPRE seguirá ahí. Y que sabes que yo también estaré ahí, SIEMPRE. La persona a la que puedo llamar "mejor amiga", aunque no nos guste decir eso.
Después se unió el acierto de su vida a esta suma de dos. Ella que le ha traído más luz aún a su vida. y a la mía de reflejo. Por fin llegaste, te estábamos esperando en nuestras vidas. Lidia. Todas las risas que nos ha traído, todos los grandísimos momentos, todas las reflexiones y todos los futuros que les quedan a ellas dos, conmigo en su vida. La tita Vicky, ya lo sabéis. No he visto niñas más bonitas.
Sed felices, por siempre.

A continuación le escribiré a otra "ella". La que ha sido dueña de mis mañanas por mucho tiempo, y la que siempre seguirá siéndolo. Casi cinco años contigo y muchos escritos de por medio, y todavía me quedo sin palabras al mencionarte. Patri. La persona en la que siempre podré refugiarme, refugiarse ella en mi. Lo que yo tengo contigo es una conexión, mucho más allá de mente o cuerpo, y tú lo sabes. Conexión que nació hace mucho de una forma sorprendente y que no se deteriora, por la que sigo dando gracias a este 2015 por haberme dejado verte por primera vez permitiéndome abrazarte. Sabes que tenemos que volver a repetirlo pronto, deberías estar más cerca en mi vida, necesitaría hacerlo más a menudo. Tengo muchísimo que agradecerte a ti, tanto por los buenos como por los peores ratos. Nunca dejes de ser tú, hazme ese favor, y nunca te olvides de buscarme para y en tu vida. Incluso cuando no esté, estaré, debes saberlo ya. Tú para mi, siempre estás. Te quiero.

Hoy también te escribiré a ti, porque me apetece. Llevaba un par de días que quería verte, sin razón, y hoy que he ido a verte, tenías que estar en mi escrito. La niña de los inmensos ojos, inocencia infinita y talla baja. Pero esa inocencia tuya es lo que te hace especial, y el poder meterme contigo sabes que si no es por picarte, es por darte un abrazo. Me gusta mucho abrazarte. Mari. Quizás sí crezcas, pero tu inocencia no la cambies por nada ni nadie. Eres una persona blanca, clara, limpia. ¿Y tu alegría? La vas derrochando siempre que te veo pasar. Y se nota muy fácilmente cuando falta algo en ti. Ojalá pronto tengas lo que te mereces, pero solo cuando dejes de buscarlo, aparecerá. Sé muy feliz, pero no significa que yo no vaya a contribuir a ello, que lo sepas, que parece que es una despedida, pero sabes que no. Me queda mucha guerra que darte, y mucho "meterme contigo", pero sabes que siempre de forma cariñosa. Disfruta del curso y medio que te queda, aunque ya no me veas cruzar y pueda hacer lo que ya sabes, que aunque principalmente por gusto, nos reímos también de hacerlo (al menos yo, ya lo sabes). Seguirás teniendo mi mano.

Y por último, te incluyo a ti. A una personita muy negra de piel y pequeñita, pero que no pasa desapercibida. Apareciste hace muy poco, aunque nos cruzásemos antes, pero a mi vida te incluí hace unos meses. Y no me arrepiento, puedo decir que me rodeo solo de gente buena. Y artixta, ojo. Porque sabes que no tendrás mejores planes inesperados y repentinos que conmigo; y que podamos disfrutar de todos ellos por mucho tiempo más, ¿vale? No me los quites, que no te los quitaré. Sabes que me vas a echar de menitos en lo que queda de curso, pero no me perderás de vista, no sé si lo tienes asumido ya. María. Dudo que vaya a poder quitarte en alguna ocasión ese candadito que tú sabes, pero lo intentaré siempre que vea que es necesario, ve sabiéndolo desde ya. No encontrarás mejor colchón. No sabes cómo me evade pegar voces contigo en el coche, o en cualquier otro sitio. Algún día tenemos que hacerlo de verdad y seriamente, debe quedar muy bonito (¿Seriamente nosotras? ¿Se come?) Una pegando golpes y otra dejándose los dedos, debe estar bien. Fuera parte, Cuando dejes de buscar algo, será cuando te llegue lo que menos esperabas; no dejes que lo que no merece la pena, te hunda. Abre bien los ojos. Por más días, tardes, noches, almuerzos y cenas; sé feliz.

La de cosas que podría decir de cada persona no es normal. Pero todos esos pequeños detalles me los guardo para mi, para el disfrute personal. Y de esas otras personas de las que esta vez no he escrito y que completan mi otra mitad, las llevaré conmigo guardadas.

Mil y una palabra(s).

Y sudarte, y sudarme, y joder a la vida.
Y que se acabe todo. Y que empiece nada.
No escribo por amor, escribo por rabia. No escribo al desamor, escribo a la nada.

A la noche, mi amante y mejor compañera que ha existido nunca. A esta desazón que no se llena, ni se vacía, solo se transforma. Como aquella vez en la vida que fui alguien, como ésta vez en el tiempo en la que soy pérdida.
Dónde estaré, dónde estará esa caricia sin voz, con mirada, sin necesidad y con ilusión. Dónde estará la mente, dónde el ánima perdido.
Prefiero que me mates, a que me apuntes toda una vida.
Prefiero que me abraces, a que me abandones para siempre.
Prefiero la soledad, a que corras sin medida.

Me prefiero a mi, en este mundo que te vacía, y yo solo busco llenarme, llenarlo de todo y de nada.