viernes, 13 de julio de 2012

Las voces de mi interior ya me avisaron.

Ruinas, todas las calles están en ruinas. Paseo por ellas y no veo más que escombros. Yo me hice la sorda, todas me avisaban. Me decían que no destruyera la ciudad, que la cuidara, que era donde yo vivía y donde iba a seguir haciéndolo durante toda mi vida, pero yo no las escuché. Yo hice lo que a mi me pareció y quería hacer en ese momento.
¿Qué queda ahora? Ahora solo quedan destrozos. Ellas me lo dijeron, yo las escuché, pero no les hice caso en ningún momento. Ahora, toda esta ciudad derrumbada donde viviré tardará 'miles de años' en reformarse.
Ahora no quiero que nadie pasee por ella, nadie podrá ni querrá pasear por un lugar tan sombrío.
Pero aún quedo yo de pie, paseando por sus calles. Las mismas que algún día arreglaré con mis propias manos, para que esté a la altura y que ese alguien espectacular pasee sobre su elaborado asfalto.

martes, 10 de julio de 2012

Siempre se me dio bien.

Pues yo sólo quiero una cosa: Desaparecer. A muchos les gustaría, ¿no?. Pues yo quiero desaparecer, esconderme e irme sola a una pequeña casita en medio de la naturaleza, donde justo en frente tenga el mar, para contemplarlo todas las noches. O simplemente desaparecer, siempre me ha gustado estar sola, explorar y aprender por mi misma, yo. Me gusta la soledad, el silencio y la naturaleza.
·Esta entrada no tiene ni pies ni cabeza, ni principio ni fin, pero no le hace falta. Es así, imperfecta.
¿Alguien conoce el placer, de vivir sin rutas ni horarios? De no mirar nunca el reloj, de vivir las horas con los minutos que tú quieras. Así.

jueves, 5 de julio de 2012

Algún día todo acabará, pero aún me queda mucho por hacer.

Y un día todo cambia.
Llega el momento inesperado, tiemblan tus manos y comienzas a pensar en todo.
Hoy pensarás que hay una estrella más en el cielo,
entonces es cuando te das cuenta que donde hay una más es en tu corazón.
Crees que nada es lo que parece y te inundas la cabeza.
Intentas llenarla de cosas inútiles, inservibles, y eso no te ayudará.
Ese punto blanco que ahora está en tu corazón brilla con mucha fuerza.
Le hace sombra a todo lo demás.
Pones una canción y lloras... Así es la música.
Pero siempre van a ser lágrimas de alegría y fuerza, ahora sabes que está ahí,
que le tienes donde siempre has querido; en tu corazón.
De ahí nunca se irá, nunca. Y mientras más pasa el tiempo te das cuenta.
Siempre habrá cosas que no comprenderemos, pero todo esto es real, la vida.
Unos se la destrozan, y otros simplemente intentan poderla vivir, sobrevivir.
Es una carrera que sabemos que está perdida, pero nunca seremos perdedores,
si la hemos vivido, disfrutado y amado con el corazón.
Sólo así será de la única forma que podamos sobrevivir a las tantas caídas que tengamos,
sonriendo. Sonriendo siempre, ya sea con lágrimas o sin ellas.
Que nada ni nadie te quite tu hermosa sonrisa.
Y estas cosas las vamos aprendiendo poco a poco: a disfrutar del momento, a sentir de verdad, a vivir la vida, a querer todo lo que te rodea... Porque todo puede brillar.