jueves, 5 de julio de 2012

Algún día todo acabará, pero aún me queda mucho por hacer.

Y un día todo cambia.
Llega el momento inesperado, tiemblan tus manos y comienzas a pensar en todo.
Hoy pensarás que hay una estrella más en el cielo,
entonces es cuando te das cuenta que donde hay una más es en tu corazón.
Crees que nada es lo que parece y te inundas la cabeza.
Intentas llenarla de cosas inútiles, inservibles, y eso no te ayudará.
Ese punto blanco que ahora está en tu corazón brilla con mucha fuerza.
Le hace sombra a todo lo demás.
Pones una canción y lloras... Así es la música.
Pero siempre van a ser lágrimas de alegría y fuerza, ahora sabes que está ahí,
que le tienes donde siempre has querido; en tu corazón.
De ahí nunca se irá, nunca. Y mientras más pasa el tiempo te das cuenta.
Siempre habrá cosas que no comprenderemos, pero todo esto es real, la vida.
Unos se la destrozan, y otros simplemente intentan poderla vivir, sobrevivir.
Es una carrera que sabemos que está perdida, pero nunca seremos perdedores,
si la hemos vivido, disfrutado y amado con el corazón.
Sólo así será de la única forma que podamos sobrevivir a las tantas caídas que tengamos,
sonriendo. Sonriendo siempre, ya sea con lágrimas o sin ellas.
Que nada ni nadie te quite tu hermosa sonrisa.
Y estas cosas las vamos aprendiendo poco a poco: a disfrutar del momento, a sentir de verdad, a vivir la vida, a querer todo lo que te rodea... Porque todo puede brillar. 

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