Antes, cuando tocaba el piano, me dormía lentamente tocándolo. Y creía que era lo mejor.
Ahora, que he dormido entre tus brazos, y tus brazos han dormido conmigo, puedo decir que estaba equivocada.
Puedo decir que dormir en tu pecho es una de las sietes maravillas del mundo, y que acostarse con tus ojos, es el más lindo de los recuerdos. Puedo decir que cada vez que te miro, siento ese escalofrío de calor que me traspasan tus manos cada vez que me acarician, o esos nervios que aparecen cada vez que escucho de tus labios decir que me quieres.
Que he apostado por tus ojos pequeña, que aunque gane o pierda, siempre los tendré. Aposté por cada puto kilómetro que me separaba de ti, y uno a uno, los voy olvidando si pronuncio tu nombre, vida.
Vida, vida es lo que eres para mi. Vida que me deja sin aliento cada vez que me pierdo en tus ojos y me vuelvo a encontrar en tu mirada.
Aliento tuyo, que siendo mío te lo cedí. Corazón mío, que siendo mío es solo tuyo.
Déjame decirte, vida, que una vida y media se nos pasa en un suspiro. Que yo las quiero todas a tu lado, y que si tú me dejas, así las pasaré, las pasaremos.
Que sé cómo ríes, y también cómo lloras. Que sé cómo abrazas y cómo te muerdes el labio de esa forma. Que sé cómo sonríes cada vez que giras la cara para que no te vea, y también sé qué cara pones cuando algo no va bien.
Pero que sepas que toda tú me enamora, y que toda yo, soy tuya. Tú serás toda mi vida, pero yo, mi vida, soy tu vida entera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario